Resumen
¡Si me frotas más, me correré!
La persona que apareció cuando comencé a trabajar en el salón de masajes fue Rin, alguien que plantó en mí la semilla del trauma cuando era joven. Rin me trató amablemente como si no hubiera hecho nada malo en el pasado, ¡lo que inicialmente me dio sed de venganza…! Con el pretexto de darle un masaje desintoxicante, la froté desde los senos hasta las partes sensibles. ¡¡Ella gritó de placer y yo seguí adelante sin darle respiro!! Rin se mojó más y movió sus caderas incluso más de lo planeado. Iba a dar el golpe final del masaje con Rin gimiendo mientras seguía siendo complacida por mí, pero…!?