Resumen
"No puedo parar si pones esa cara", dije mientras el calor nublaba mi mente. El sudor goteaba de mi cuerpo y nuestras lenguas se entrelazaron, encendiendo un fuego dentro de mí.
Un día abrasador, con temperaturas que alcanzaban los 38 grados centígrados, el aire acondicionado de mi casa se estropeó. Yayoi rápidamente llamó a un contratista y se sorprendió al ver que había llegado su amiga más joven de la infancia, Rei. El calor abrasador y los besos calientes mezclados con el olor a sudor marearon a Yayoi y sintió que había llegado a su límite.